El nombre viene de la palabra “ignoble” que en inglés significa “no honorable” o “vergonzoso”.
Las investigaciones ganadoras son, a la vez, 100% serias y francamente disparatadas. Marc Abrahams, creador de los premios, lo explica diciendo que un montón de ideas que hoy se consideran avances científicos revolucionarios fueron, en su momento, percibidos como delirantes.
Empecemos por el Ignobel de la Paz, que fue para un grupo de científicos de una universidad suiza que determinaron experimentalmente si hace más daño pegarle en la cabeza a alguien con una botella de cerveza llena o vacía. Adicionalmente determinaron si es posible o no romper el cráneo de alguien de esta manera.
El Ignobel de Salud Pública fue para una mujer que inventó un corpiño que, en una situación de emergencia, puede desmontarse y usarse como dos máscaras protectoras, tipo barbijo. La foto del post ilustra el momento de la entrega de este premio.
El Ignobel de Química fue para un grupo de investigadores mexicanos que lograron producir diamantes a partir de una sustancia líquida… más precisamente, tequila!
El Ignobel de Veterinaria fue para un grupo de británicos que demostró que producen más leche las vacas a las que se les pone nombre que aquellas que no lo tienen.
El Ignobel de Literatura fue para la policía de tránsito de Irlanda, los que realizaron más de 50 infracciones un supuesto conductor polaco llamado Prawo Jazdy. “Prawo Jazdy” en polaco significa “Licencia de conducir”!
El Ignobel de Física será de mucho interés para el público femenino… Fue para tres norteamericanos que demostraron analíticamente por qué la espalda de las mujeres embarazadas no se dobla al medio con el peso del bebé ni tampoco pierden el equilibrio.
El Ignobel de Biología fue para científicos japoneses que demostraron que la cantidad de desechos producidos en la cocina de una casa pueden reducirse en 90% usando unas bacterias presentes en la caca de los pandas gigantes.
El Ignobel de Matemática fue para el presidente del Banco Central de Zimbabwe, por familiarizar a su población con toda clase de números al poner en circulación monedas y billetes que van desde un cetantavo de dólar zimbabwense ($ 0.01) hasta cien trillones de dólares zimbabwenses ($100,000,000,000,000).
Por último, el que a mí me resultó más sorprendente… El Ignobel de Medicina fue para Donald Unger, un californiano que decidió investigar en la práctica si sonarse los dedos causa o no problemas de artritis en los dedos. ¿Cómo lo hizo? Decidió sistemáticamente sonar sus nudillos de la mano izquierda y jamás los de la derecha durante 60 años!!!
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