La sonda Philae de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha aterrizado con éxito sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Este momento histórico para el sector espacial y para Europa se ha producido a las 17.04, hora a la que ha llegado la confirmación de Philae al el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt (Alemania).
Culmina así una de las partes más importantes de esta misión, que comenzó hace 10 años y en la que la nave Rosetta, la encargada de trasladar a Philae hasta las proximidades del cometa, ha recorrido más de 500 millones de kilómetros.
Este miércoles a las 10.03 horas (hora peninsular española), se confirmaba la separación de Philae de la nave y el inicio de su camino a la roca. Este suceso se producía a 22 kilómetros de 67P/Churiumov Guerasimenko. Su velocidad en este descenso ha sido de unos 18 centímetros por segundo, aunque la velocidad fue aumentando hasta el metro por segundo a lo largo del recorrido.
El lugar elegido para posarse, bautizado como Agilkia, fue seleccionado el pasado septiembre --entre cuatro puntos-- por sus características. Según ha explicado el responsable científico de la misión, Laurence O'Rourke, este lugar tiene una buena iluminación “necesaria para dar energía a la sonda para realizar su trabajo” y una superficie plana, así como un gran interés científico.
Se trata de una zona con acantilados y rocas de 12 metros de alto, así como una buena combinación de hielo y polvo en su superficie. “Es una zona con muchos retos”, ha apuntado.
Sin embargo, este martes, las rocas y los desniveles de la zona se habían convertido en un 'enemigo' de Philae que, tras una revisión de su 'salud', presentaba un problema en el sistema de descenso. La ESA explicó en un comunicado que el sistema que proporciona un empuje para evitar un rebote en el momento de toma de contacto con el cometa, no se podía activar.
Entonces, los expertos aseguraban que había que confiar plenamente en los arpones que la sonda tienen en sus patas, y que estos se aferrarán a la superficie” de 67P con fuerza para evitar un desastre.
Philae ha comenzado a trabajar nada más desprenderse de Rosetta. El científico de la misión, Miguel Pérez de Ayúcar, ha indicado que en el trayecto que le separa de la roca se iría comprobando el funcionamiento de los instrumentos del aparato. A las dos horas de su separación, la Tierra recibía la primera señal de Philae, lo que confirmaba que sus antenas estaban desplegadas, y unas horas después su primera fotografía.
Ha sido también una imagen, en este caso obtenida por Rosetta, la que ha permitido a los expertos ver si la sonda había desplegado sus patas y antenas, indispensables para conseguir su aterrizaje.
Ahora, con los arpones anclados a las superficie del cometa la sonda continuará trabajando, sin esperar ni un minuto. Sus arpones sirven también para saber cuál es la composición del terreno en el que se sujeta Philae. Del mismo modo, el instrumento conocido como CONSERT ayudará a conocer la estructura interna de la roca.